El nombre Malala Yousafzai remite a las ideas contrarias de lo que promueven la mayoría de las estrellas pop del siglo XXI; todo lo opuesto a disfrazarse, salir en shorts y sostenes de picos con efectos eléctricos saliendo de los mismos, interpretando música genérica de fiestas, diversiones y demás, es pensar que la educación puede cambiar al planeta, y que toda niña tiene derecho a recibirla; de acuerdo a los pensamientos de esta joven y valiente activista, la educación debe estar por encima de cualquier dogma o creencia extremista.
Pero, ¡vaya problema! Madonna fue la cantante que inició toda esa moda de vestuarios atrevidos, y cosas por el estilo. En uno de sus recientes conciertos en Los Angeles, su tatuaje de la noche estuvo dedicado a la joven, luego del ataque que sufriera a mano de los talibanes, del cual afortunadamente se está recuperando.
A pesar de esta acción, las críticas no se han hecho esperar, como las de este artículo de Chicago Tribune; fuera del elemento publicitario rodeando la protesta de Madonna, en el fondo es un juego peligroso: en las mentes de grupos extremistas, manifestarse en contra de sus creencias no es cuestión de broma, trátese de quien se trate.
Madonna, Angelina Jolie, entre otros personajes, han manifestado su repudio ante esta violencia absurda, fanática, y sin sentido. Muchos podrán alegar que la reina del pop no logra ningún cambio mostrando su espalda con el nombre de Malala. A pesar de ello, unirse a la causa es un riesgo... y un acto de valentía por sí solo.
El mundo se convulsiona, y tal parece que las estrellas pop deben limitarse a cantar y nada más. Pero, ¿no es la labor de un artista -uno de verdad, no un producto fabricado por cualquier casa disquera actual- reflejar las cuestiones de la vida diaria en su propuesta?
El mundo está sediento de un cambio en todos los sentidos.
1 comentario:
seguro que madonna cuando venga a méxico se pondrá en la espalda el nombre de su querida Frida Kahlo
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