lunes, 14 de septiembre de 2015

The Rebel Heart Tour no confirma la supremacía de Madonna: sólo la perpetúa


El día llegó y Madonna inicia otra más de sus giras, en este caso la décima de su extensa y fructífera carrera. El Rebel Heart Tour comenzó en Montreal y la reacción no se hizo esperar entre los fans y medios de comunicación.


Con esta gira Madonna demuestra algo que es injusto pero inevitable: a las más grandes leyendas se les exigirá más que a cualquier otro artista ordinario. Por eso se comparan los intros, escenarios, vestuario y demás detalles que hacen de cada gira un producto altamente rentable. 

En el caso de la señora Ciccone esto siempre ha funcionado y los números así lo demuestran: tres de sus giras están listadas entre las 30 más exitosas de la historia, y varias más de ellas generaron también resultados bastante buenos en su época.

Aparentemente esta gira pretende ser mucho más íntima que las anteriores en todos los sentidos. Claro, esto hasta el momento que el DVD y Blu-ray sean lanzados y nos demos cuenta de la monstruosidad de la puesta en escena, con ayuda de la exageración que una perfecta edición siempre añade.
 
"The Rebel Tour" es otro éxito ya en la carrera de Madonna.
Desde el intro Madonna pretende dejar en claro que ya no está interesada en generar más leyenda. Pero no se asusten, al contrario, ya que esto es bastante bueno. Ella sólo potencializa la que le pertenece y la recicla en ocasiones para enfatizar que, no importa cuántas wannabes existan y sigan apareciendo, ninguna podrá igualar siquiera la mitad de lo que ella ha logrado.

Iconic entusiasma al público, aunque la selección de otro tema como Living For Love habría sido lo ideal. Burning Up suena muy parecida al Reinvention Tour, pero da la oportunidad de apreciar cuan bella es esta mujer a sus casi 60 años. Sigue siendo sinónimo de poder y salud, aunque esto sea algo que duela tanto a sus más celosos detractores.



El incomprensible medley ochentero con toque latino encantará a muchos  y decepcionará a otros tantos. Aún así fue agradable escuchar temas como True Blue y Dress You Up, pero en ocasiones Madonna debería recordar que reinventar o alterar sus temas no siempre es una idea atractiva: vale más jugar a lo seguro en algunos casos.

Todo mundo está hablando de Holy Water/Vogue. En esta espectacular sección del show Madonna profana símbolos religiosos como sólo ella sabe hacerlo. Utilizar una cruz como tubo de table dance es bastante novedoso. Ni a Gorgoroth o Marilyn Manson se le hubiera ocurrido. Las bailarinas vestidas de monjas con ropa interior a lo-película-porno, la simulación de sexo oral mezclada con cálices mientras todos se persignan y demás elementos, es impactante aunque no del todo original. 



"Bitch Get Off My Pole!" Son las imperativas palabras que la Reina Del Pop le ha dirigido a sus críticos y competencia por más de treinta años. Tarde o temprano, todos ellos las han obedecido. 

Todo ello hace que Holy Water suene más sexy e interesante que nunca (¿un próximo sencillo, tal vez?) pero si el Vaticano piensa poner el grito en el cielo por causa de este show, será mejor que lo piense dos veces: las obras artísticas son eso, obras. Pueden ser consideradas vulgares, detestables, interesantes, sensuales o demás. Pero jamás se compararán a la profanación de la niñez e humanidad que esta iglesia ha ocasionado por los siglos de los siglos. Así que para pesar de Madonna y la publicidad gratuita que podría obtener por esta oposición, más vale que Bergoglio y su equipo de desocupados malhechores opte por ignorar todo esto… Si no quieren quedar en ridículo ante el planeta, una vez más. 



Con Like a Virgin, Madonna divierte y a la vez demuestra que también sabe divertirse en su show. La puesta en escena es sencilla pero cautiva a los fans de cualquier modo. Queda demostrado que quiere acercarse más a su público y éste le responde con total pasión: después de todo los grandes escenarios serían nada, si el show principal no fuera la enorme personalidad de esta formidable mujer.

Deeper and Deeper revive luego de 22 años. Lamento que no lo haya interpretado así en la única vez que la vi en vivo (Reinvention Tour) pero es perfecto que haya recordado uno de sus temas más bailables y agridulces. El segundo single de Erotica es ligeramente depresivo, pero tiene un ritmo increíble. “Cada vez más profunda” es la devoción que los fans le tienen.



Su sentida interpretación de La Vie En Rose es una acertada decisión y ella hace su mejor esfuerzo para rendirle honor a este inmortal tema. Olviden eso de que “no canta”. Por favor, ese es un argumento de discapacitados intelectuales. En este tema la máxima diva del pop conmueve y conecta con la audiencia como sólo ella sabe hacerlo, desprovista de grandes efectos o escenografía ultra sofisticada y costosa. 



Madonna retoma otro clásico para cerrar esta gira y se trata de “Holiday”. Aquél tema que juró no volver a cantar y que ahora ostenta el récord como el más interpretado en vivo de su carrera (ocho giras en total si tomamos en cuenta la segunda parte del Sticky and Sweet). 

Aún así algunas preguntas quedan en el aire hasta el momento: ¿Por qué no incluir Ghosttown y Joan of Arc en esta gira, dos de las mejores canciones que ha lanzado en la última década? ¿Por qué no realizar un medley con un gran video proyectándose en las pantallas, tal vez reciclando escenas no vistas del clip de Ghosttown? Estas preguntas necesitan ser respondidas.



The Rebel Heart Tour probablemente no romperá los records de sus dos tours anteriores, pero es prueba viva de que esta cantante jamás se ha dado por vencida y aún sigue escribiendo páginas en el inmenso libro de la cultura popular. Lo mejor de todo es que aún tiene ritmo de sobra y energía suficiente para entretener a los millones de fans que ya invirtieron sus ahorros para ir a verla en esta ocasión.
 



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