Pablo Neruda una vez inmortalizó en sus propias palabras lo que para él significaba la palabra amor, en versos como "te amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma... Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde. Así te amo porque no sé amar de otra manera" (de "Soneto XVII", Cien Sonetos de Amor).
Las palabras tan sencillas usadas por Neruda han conmovido a miles de millones durante más de un siglo. Concisas, acertadas y desgarradoramente sentimentales. Y tal como el poeta chileno plasmó esos pensamientos, en los 80s Prince le regaló al mundo un tema que rompió corazones en la voz de Sinéad O'Connor: Nothing Compares 2 U. Aquella canción que muchos usamos como paliativo en nuestra adolescencia para lamentarnos por amores imposibles o tristezas irreparables.
La comparación entre dos artistas que en apariencia nada tienen que ver, es bastante aproximada. Ambos, a través de un poema y el otro a través de música y letras, abrieron el alma para que otros puedan identificarse a través de esas palabras. Ese loco, torturante y a veces raro de encontrar sentimiento llamado amor. Mientras el poeta desgranaba inocentemente su sentir y declaraba sin reparos cuánto lo había transformado ese sentir, Prince trataba de expresar el más profundo dolor por la pérdida de un ser querido en dicho tema.
Este domingo, Madonna revivió Nothing Compares 2 U en el homenaje rendido a su amigo y alguna vez colaborador Prince. Como toda una reina, y recordando aquella apertura del millonario Sticky and Sweet Tour, se dejó ver luego que la cámara captara sus guantes de encaje y sus adornos en forma de crucifijo. Un tributo a Prince y a la vez a su propia era Like a Virgin.
Madonna interpretó el tema completo con una gran ejecución (a pesar de los ocasionales errores, seamos objetivos) demostrando que no sólo es la más grande estrella pop de la historia, sino una intérprete que transmite emociones y conmueve por igual. Pero, ¿había necesidad acaso de demostrar eso una vez más?
La cantidad de críticas y ataques que el tributo rindió, en el que también se unió Stevie Wonder para interpretar Purple Rain, sólo habla del fanatismo absurdo de aquellos que repentinamente adoran a alguien cuando muere físicamente, aunque en vida ya no compraran sus discos o asistieran a sus conciertos.
Las críticas a la voz de Madonna nunca cesarán, a pesar de su comprobado talento. Es increíble que a estas alturas, la mujer más poderosa e influyente en la historia del pop tenga necesidad de justificarse o explicarse, como ella lo hizo horas después en su cuenta de Facebook. Pero este despliegue de humildad se agradece de cualquier manera.
Nothing Compares 2 U revivió de una forma bella y sencilla, para estrujar corazones de nuevo en pleno 2016. Cada nota salida de la voz de la diva -lujosamente ataviada y con bastón en mano- parecía rogar a todos los ángeles para que de una u otra forma, éstos puedan sanar todos y cada uno de los corazones rotos que hay en este planeta.
Créditos del video, traducción: Carmen Vega Crisóstomo (¡gracias!)
Pero ya que los milagros poéticos no son sujetos a materializarse, lo que sí fue real es la respuesta de los fans al escuchar este perfecto tributo. Cierto, hubiera podido ser un homenaje que incluyera legendarios éxitos dance de Prince (Kiss o Cream serían elecciones perfectas). Sin embargo la sobriedad del momento ameritaba temas como los escogidos y quedará ya como una controversial pero hermosa fotografía en la historia del pop.
La signature song de Sinéad O'Connor ha revivido de forma sentida y espectacular. Prince estaría orgulloso y Madonna ha demostrado que cuando se tiene el talento necesario, no es necesario recurrir a lamentables playbacks para quedar bien ante el público.
Las flores de las que Prince hablaba en su canción, rotas y marchitas, seguramente revivirán después de esto. Y sin duda, para sus fans Madonna sigue siendo una rosa de sal y topacio o flecha de claveles que propaga fuego... nuevamente, en palabras de Neruda.
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