martes, 17 de mayo de 2016

Madonna y Prince 2016, o el reencuentro de dos iconos del pop


Este domingo 22 de mayo, Madonna rendirá un homenaje en los premios Billboard al majestuoso Prince, cuya vida se apagó el pasado 21 de abril. La noticia tomó a todos por sorpresa, claro, y dejó a muchos mayores de 35 años preguntándose el porqué todos los grandes se están yendo antes de tiempo.


Los Billboard Awards ofrecen ya poco de interesante, al menos para los amantes de la mejor música. No mencionemos nombres, pero la escena musical es aburrida, usando un término benevolente. Tal vez sea Madonna quien se encargará de poner la salsa a un platillo que sin ella, tendría un sabor bastante frío y desaguisado.

Esta historia comenzó siglos atrás (usemos este recurso sin ofensa), a mediados de los 80s cuando se rumoraba un romance entre estos dos grandes, con Sean Penn dando la nota agrediendo al genio de Minneapolis en un restaurant. Aparte de estos chismes, la música los unió más tarde durante las grabaciones del mítico álbum Like a Prayer

La guitarra de Prince sonó contundente, varonil y agresiva en el track que da título al disco, mismo que mezcla una tremenda devoción al Creador del universo y de paso hace referencias a sexo oral ("I'm down on my knees, I wanna take you there"), o si lo prefieren, describe una escena espiritual con velas y rezos, dicho sin afán de broma. 


La participación de Prince fue la cereza sobre el pastel en este álbum que vendió 14 millones de copias y es considerado por muchos críticos y fans como el mejor en la carrera de Madonna. Además de los guitarrazos asestados en Like a Prayer (el single), ambos compusieron y grabaron la picante canción Love Song, un tema que mezcla ritmos Funky con Pop y Tecno. 

El resultado pretendía erotizar a todo aquél que lo escuchara: después de todo reunía a dos de los íconos del pop sexoso más grandiosos de la historia, aquellos que al lado de otros grandes como Michael Jackson, redefinieron la escena de la música popular durante los 80s y 90s e impactaron al mundo con sus ventas, logros y éxitos.



Prince y Madonna son parte de la realeza del Pop, un grupo en el que se pretende meter a la fuerza a gente como Britney Spears y otros. Sin afán de ofender, pero a pesar de las ventas de estos personajes del nuevo milenio, aún están muy lejos de las glorias artísticas de estos dos campeones. El verdadero gran pop va más allá de coreografías y conciertos donde no se canta una sola nota en vivo.

Dos personajes que pertenecen a la prehistoria musical para aquellos nacidos de 1995 en adelante. Dos personajes que destilan ese dulce aroma de los inicios de MTV y que lograron emocionar a generaciones enteras de adictos al pop que con todas las ilusiones abrían por vez primera esos casets o discos de vinilo para disfrutar de los folletos con las letras, poco antes que el disco compacto reemplazara prácticamente a esos formatos.


Madonna y Prince son parte de la época cuando el mundo se preguntaba si algún día caería el muro de Berlín o terminaría la Guerra Fría. Un tiempo en el que las primeras víctimas del sida no vivirían para contarlo, y cuando internet, las antenas caseras de satélite digital, los smartphones o DVDs podrían ser parte de una serie de Ciencia Ficción. 

Más allá de estos hechos, ambos son parte de una generación con ilusiones, esperanzas y ganas de cambiar el mundo. Millones de ellos veremos esta entrega de premios para preguntarnos qué resulta de la combinación de besos de una virgen ("Kiss", "Like a Virgin") con la mejor crema y nata del pop. 




Será una gran canción de amor, sin duda alguna.



1 comentario:

Anónimo dijo...

genial como siempre!

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